En las centrales térmicas convencionales (o termoeléctricas convencionales) se produce electricidad a partir de combustibles fósiles como carbón, fueloil o gas natural, mediante un ciclo termodinámico de agua-vapor.
Instalaciones cuya electricidad es producida a partir de combustibles fósiles, tales como carbón, petróleo-diesel, gas natural o combustible mixto, mediante un ciclo termodinámico de agua – vapor. El combustible quemado en la caldera calienta agua y la transforma en vapor a una presión muy elevada, haciendo girar una turbina y un alternador para producir electricidad. El vapor que sale de la turbina se envía a un elemento llamado condensador para convertirlo en agua y así retornarlo a la caldera para empezar un nuevo ciclo de producción de vapor.
En Chile a diciembre de 2019 [1] existen 12.534 MW de instalaciones eléctricas con tecnología a carbón, petróleo diesel y gas natural, logrando una penetración del 52% en el sistema.
Carbón (MW) | Petróleo- diesel (MW) | Gas natural (MW) | Total térmico (MW) | Total Chile (MW) | Participación energía térmica (%) | |
SEN | 4.825 | 3.134 | 4.436 | 12.395 | 23.861 | 52% |
SEA | 0 | 35 | 0 | 35 | 60 | 57% |
SEM | 0 | 16 | 89 | 105 | 107 | 98% |
Total | 4.825 | 3.185 | 4.525 | 12.535 | 24.029 | 52% |