Es periodista de la U. de Concepción y en enero pasó a liderar la unidad en Chile de esta firma eléctrica multinacional del Estado noruego.
[Fuente: La Segunda]
En enero de este año, María Teresa González se transformó en la única mujer gerente general de una empresa de generación eléctrica en Chile al tomar las riendas de la unidad local de Statkraft, la centenaria compañía estatal noruega que llegó al país en 2014 al comprar las centrales de SN Power y que luego adquirió Pilmaiquén, vinculada a Isidoro Quiroga.
Y en abril pasado, la periodista de la Universidad de Concepción, con años de experiencia en trabajo con comunidades en Endesa y la sanitaria Essbio, recibió otra noticia. Fue elegida presidenta del directorio de la Asociación gremial de Generadoras, conformada por Enel, Colbún, Engie, Aes Gener, entre otras gigantes del sector, donde la autodefinida 'provinciana a mucha honra' es la única mujer.
—Es poco común, sino inédito, que una mujer periodista llegue a ser la ejecutiva número uno de una transnacional en Chile.
—Esto ha sido raro. No me lo imaginé. Cuando comencé en el concurso para elegir al gerente general, no lo creí demasiado. En empresas como Statkraft los concursos son competitivos y por headhunter. Pasó el tiempo y en diciembre del año pasado llega el senior vicepresident para Latinoamérica de la empresa y me dice que soy su candidata para el cargo. Ahora trabajamos en el plan estratégico 2026, donde nuestro plan es crecer 10 veces en capacidad instalada en Chile.
—Se critica el hecho de que al reclutar, las empresas chilenas buscan un perfil similar: las mismas carreras, los mismos colegios, las mismas universidades y predominantemente, hombres. ¿Cómo opera esta empresa noruega?
—La empresa tiene 125 años y en uno de los últimos refresh se propuso un cambio estratégico bien potente que es luchar contra el cambio climático, pero también incrementar la diversidad, no sólo de géneros, sino también de culturas.
—¿Pero preguntan por esos datos?
—En Statkraft, la universidad de donde saliste no es tema. La diversidad es un atributo de valor. En todo caso, no soy la única country manager, también en Albania tenemos una, la senior vicepresident de Asia también es mujer y en Chile, el 45% de nuestros gerentes de primera línea son mujeres.
—¿La industria de la generación en Chile es machista?
—La industria se ha abierto bastante y hay tareas concretas. Por ejemplo, el Ministerio de Energía tiene planes de inclusión. Un estudio del ministerio revela que hay un 23% de participación de la mujer en la industria, pero esto ya está agarrando vuelo. Esta industria está cambiando, en todas las empresas entendemos que somos una plataforma para talento femenino. Hay mujeres con muy buenos CV y cuando ven que hay mujeres más visibles en este tipo de puesto, les da más coraje para salir adelante. Yo soy una férrea defensora de la causa.
El estilo nórdico
Al adquirir Pilmaiquén, Statkraft tomó el control de los proyectos hidroeléctricos Rucatayo, Los Lagos y Osorno. Este último, pese a contar con permiso ambiental, enfrentaba la oposición de comunidades huilliches. González explica que 'este fue un verdadero aprendizaje', pues 'Starkraft se rige por principios y directrices bien altos en materia de derechos humanos. Ahí, cuando se compró ese proyecto en 2015, la empresa se encontró con ese nivel de conflictividad. Por eso la empresa decidió detenerlo y contrató a antropólogos y sociólogos para evaluar dónde nos estábamos parando', profundiza.
—¿Y qué concluyeron?
—Que el proyecto tenía una afectación a un sitio sagrado llamado Ngen Mapu Kintuante. Ahí el directorio de Statkraft determinó que no se podía construir y que si algún día se llegaba a hacer, tenía que volver a ingresar a evaluación ambiental y con consulta indígena. Ahora estamos trabajando con ellos para ver cómo restituimos este sitio sagrado.
—¿La conflictividad ahora se ve con más frecuencia en proyectos de energías renovables?
—Las tecnologías no están exentas de problemas. Por eso, más allá de la tecnología, el foco tenemos que ponerlo en el proceso de involucrarnos tempranamente y entender los territorios desde una perspectiva social, ambiental y económica, y hacer partícipes a las comunidades. La industria ha cambiado, las empresas tenemos que tomar un rol social más importante, más aún tras lo sucedido después del 18 de octubre. Las empresas ya no pueden quedarse encerradas en sus oficinas en El Golf. Chile tiene que conectarse con un mundo que es muy distinto.
—¿En Noruega también tienen conflictos con este tipo de proyectos que en teoría tienen menos impactos?
—En Noruega estamos construyendo un proyecto eólico muy grande y por supuesto que tiene un grado de oposición. Pero allá funcionan los mecanismos de resolución de conflictos, es algo donde debemos avanzar en Chile y tener una institucionalidad.
-"Trabajamos en el plan estratégico 2026, que es crecer 10 veces en capacidad en Chile'
-"En Chile, el 45% de nuestros gerentes de primera línea son mujeres'
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