[Editorial] El año pasado fue muy significativo para Generadoras de Chile. Conmemoramos 10 años de nuestra existencia y, pese a haber vivido nuevamente periodos marcados por el encierro y los efectos sociales y económicos del Covid19, actualizamos nuestra visión sobre el aporte clave de la electricidad para alcanzar la carbono neutralidad y un desarrollo sostenible. Además, confirmamos nuestra misión como nuestro propósito: inspirar y liderar la transición energética a través de la promoción de buenas políticas públicas y prácticas para el mejor uso y generación de energía eléctrica. Como resultado de este proceso, renovamos nuestra imagen a fin de transmitir mejor nuestro quehacer: qué nos moviliza y cómo proyectamos el rol de la asociación para los años que vienen.
El sector generación tuvo nuevamente importantes resultados y el Ranking Climatescope de Bloomberg volvió a posicionar a Chile dentro de los mejores países para invertir en energías renovables. La generación renovable acumulada anual 2021 representó un 44,4% de toda la electricidad generada, lo que si bien implicó una leve baja con respecto a 2020 debido a la menor disponibilidad hídrica, se caracterizó por un fuerte incremento de la participación de la generación solar y eólica, con un 12,8% y 8,8% respectivamente. Durante el 2021 fueron aprobados también más de 8.700 MW de capacidad de generación en nuevos proyectos por el SEIA, equivalente a una inversión sobre los 10.000 millones de dólares. De estos, más del 99% (8.690 MW) de la capacidad correspondieron a fuentes de generación renovable, récord histórico en la capacidad aprobada. Cabe destacar que, a diferencia de años anteriores, esta capacidad está repartida en más de 215 proyectos diferentes de generación renovable y sólo 1 de térmica, lo que es consistente con el proceso de transición energética.
El 2021 también fue un año marcado por las campañas presidenciales que culminaron con la elección del candidato Gabriel Boric como Presidente de la República. Como asociación participamos de dicho proceso a través de reuniones informativas con los diversos grupos programáticos de los distintos candidatos presidenciales, en las que pudimos compartir y dialogar acerca de nuestra visión del desarrollo del sistema e industria eléctrica y los desafíos, en cuatro ejes principales: (1) Cambio climático y transición energética, (2) Desarrollo del territorio y de las comunidades, (3) Mejor Estado y mejor calidad regulatoria, y (4) Un mejor mercado eléctrico modernizando su regulación e institucionalidad, más resiliente y robusto. En esta misma línea, en diciembre tuvimos la oportunidad de presentar ante la Convención Constitucional con el objetivo de proponer ideas al proceso constitucional desde la perspectiva de un sector que busca la construcción de consensos en políticas públicas y de diálogo con comunidades y en los territorios.
En línea con los procesos políticos y la importancia que los territorios tienen para la asociación, iniciamos una política de relacionamiento con los nuevos Gobernadores Regionales, comenzando con reuniones con el gobernador electo de la Región de Antofagasta, Ricardo Díaz, y el gobernador electo de la Región del Biobío, Rodrigo Díaz, instancias en las que pudimos recoger la visión que dichas autoridades tienen para el desarrollo de sus respectivas regiones, así como presentar nuestra visión sobre el rol de la generación eléctrica en el desarrollo regional.
En el trabajo con los territorios donde nuestras empresas asociadas tienen proyectos, nuestro Concurso de Buenas Prácticas dio un giro hacia una visión aún más territorial y las premiaciones se realizaron en las mismas localidades de las comunidades ganadoras. Dentro del marco de esta actividad visitamos María Elena, Caleta los Burros y Caleta la Reina, Santa Bárbara y Coya, reconociendo en terreno el trabajo colaborativo de los territorios. También, por primera vez en la historia de la asociación, se implementó un curso a nivel territorial al que fueron convocados pequeñas y pequeños proveedores y contratistas de la comuna de María Elena con el objetivo de fortalecer sus capacidades y las de sus negocios, el cual esperamos replicar en otros lugares de Chile.
Un mejor Estado al servicio de la transición energética implica buscar contribuir a la modernización de la gestión de muchos servicios públicos desde la experiencia de nuestra industria en materia de desarrollo y operación de proyectos. En ese contexto, entre otras iniciativas con instituciones públicas, generamos diversas instancias con el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), creando un programa bidireccional de capacitaciones para que nuestras empresas socias puedan avanzar en abordar el componente arqueológico de manera temprana y con los mejores estándares, como también compartir con los funcionarios públicos los desafíos de la transición energética y el desarrollo de proyectos de generación.
Sumado a este trabajo y cumpliendo el propósito de la asociación de promover las buenas políticas públicas, continuamos activamente comprometidos con el plan de retiro del carbón que impulsamos a partir del acuerdo del año 2018. En ese contexto, participamos de la discusión en el Congreso Nacional del proyecto de ley que tiene por objetivo el cierre de las centrales de carbón al año 2025, donde planteamos que, más que establecer un plazo estático de retiro de centrales, lo esencial es analizar las condiciones habilitantes que permitan el retiro de manera segura para el sistema eléctrico nacional como p.ej. la existencia efectiva y oportuna de sistemas de transmisión robustos, incentivos al desarrollo e instalación de infraestructura de almacenamiento y estrategia de uso de otros combustibles que faciliten la transición hacia más fuentes renovables. Junto con esto, y construyendo sobre el trabajo ya realizado en los territorios, participamos también en la mesa convocada por el Ministerio de Energía para elaborar la Estrategia de Transición Justa en el sector energía.
La modificación de la Norma Técnica del GNL, liderada por la Comisión Nacional de Energía y donde fuimos parte del proceso participativo, fue otro importante hecho para el sector. Participamos también de las mesas de trabajo, lideradas por el Ministerio de Energía, en que se discutieron los principios de diseño de un nuevo Reglamento de Transferencias de Potencia, donde se incorpora un nuevo procedimiento de reconocimiento de la potencia de suficiencia que busca cuantificar de manera adecuada los aportes de potencia firme de tecnologías emergentes, como el almacenamiento energético.
En el marco del trabajo de la Política Energética de Largo Plazo iniciado hace cinco años, el 2021 participamos activamente en su actualización como parte del Consejo Consultivo y colaborando en los distintos grupos de trabajo que apoyaron este proceso. Uno de los resultados más destacables de la PELP 2023-2027, donde también fuimos parte de los talleres temáticos participativos y del envío de observaciones asociadas, fue la identificación de polos de desarrollo de proyectos de generación renovable en las provincias de Antofagasta y Tocopilla, buscando un desarrollo proactivo de infraestructura de transmisión eléctrica para permitir el transporte de energía renovable desde dichos centros de producción a los grandes centros de consumo.
En esta línea colaborativa y de construcción en alianza, trabajamos también activamente con el Coordinador Eléctrico Nacional a través de audiencias públicas, realizadas entre julio y diciembre del año pasado, que nos permitieron exponer una serie de inquietudes de las empresas asociadas a Generadoras de Chile en relación con los desafíos de gestión de un sistema eléctrico en plena transición energética y con crecientes niveles de generación renovable. Las inquietudes y sugerencias de perfeccionamiento de procesos se orientaron a ejes temáticos asociados a la trazabilidad de procesos, operación, balances y transmisión.
Relacionado a la acción climática, hemos participado activamente del Comité Asesor por la Acción Climática del gobierno, y de la discusión del Proyecto de Ley Marco de Cambio Climático, que fue aprobado el año pasado por el Senado y pasó a discusión en la Cámara de Diputados. Además, se presentó la Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP) del país ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), como parte del compromiso adquirido bajo el Acuerdo de París y donde la asociación tuvo un activo rol en la discusión de los documentos, especialmente durante 2021 con los talleres sectoriales y transversales participativos de la estrategia, donde adicionalmente formamos parte del Comité Asesor por la Acción Climática del Ministerio de Medio Ambiente.
Otra cara vinculada a la urgencia climática que está en el centro de la acción de nuestra organización tiene que ver con el uso de la electricidad como energético limpio y que ayuda a reducir la vulnerabilidad energética de los habitantes del país. En este ámbito, dimos inicio del primer Piloto Nacional de Calefacción Eléctrica junto a la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, la Agencia de Sostenibilidad Energética y empresas proveedoras de equipos de climatización con el objetivo de generar información respecto a los beneficios de contar con sistemas de calefacción y climatización eléctrica en reemplazo de la leña, causante de la pérdida de biodiversidad y graves enfermedades respiratorias en la población. Asimismo, colaboramos activamente en la elaboración de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, industria que se ve con gran expectativa para ayudar en el reemplazo de los combustibles fósiles.
Adicionalmente, y por tercer año consecutivo, suscribimos como industria al Acuerdo por la Electromovilidad y participamos de la actualización de Estrategia Nacional de Electromovilidad, de manera de apoyar y fomentar el impulso a la electrificación del transporte público y automotriz del país, y donde se plasmaron importantes metas adicionales como el fin a la venta de vehículos particulares a combustión para 2035. El acceso a una energía limpia debe orientar la transición energética. Para esto, es necesario articular políticas públicas de descarbonización y descontaminación atmosférica, pero también de reducción de la pobreza energética. La superación de esta inequidad depende, en gran medida, de contar con energía limpia, segura y asequible. Para esto, es esencial contar con información acabada sobre su situación a lo largo del país. La energía debe ser una buena noticia para los habitantes de los territorios; para ello debemos avanzar en abordar la vulnerabilidad energética en que viven aún muchos chilenos y chilenas. En este sentido, cabe destacar el trabajo que realizamos junto a la Red de Pobreza Energética en la elaboración del primer reporte sobre la situación de esta problemática en Chile.
Llegó el 2022 y lo enfrentaremos con el compromiso que exigen los grandes desafíos que enfrentamos como país y especialmente como sector.
El primer gran desafío es asegurar el suministro eléctrico ante una nueva realidad energética local y global. Los efectos conjuntos de una sequía extrema prolongada como parte de los impactos ya visibles de la crisis climática, y la disrupción energética global producto de la pandemia, presentan una compleja realidad para 2022 con posibles escenarios de riesgo para la seguridad del sistema. A esto se suman desafíos claves para el sector como la urgencia de asegurar las condiciones habilitantes para la transición energética. Estas son una mayor capacidad de transmisión, flexibilidad y almacenamiento, que viabilicen la integración masiva y eficiente de más generación renovable. Estos factores son cruciales para continuar con el retiro responsable de las centrales a carbón, y acelerar la electrificación de la demanda de energía en transporte.
En marzo de 2022 veremos la instalación del nuevo Gobierno, donde estaremos muy atentos a las propuestas que las nuevas autoridades tengan para nuestro sector, buscando como siempre aportar con nuestra visión y propuestas de acción para avanzar hacia un Chile carbono neutral, promoviendo el desarrollo sostenible de la sociedad y la industria a través de la electricidad y la adopción de energías renovables. Una de las mayores responsabilidades y oportunidades que tenemos como gremio es servir de “puente de continuidad” entre los gobiernos saliente y entrante, con una mirada estratégica que permita que las buenas iniciativas sigan su desarrollo y que las nuevas ideas propuestas puedan compatibilizarse con los logros ya alcanzados.
Tal como ha sido enfatizado en el proceso constituyente y en el programa del Gobierno recién electo, los desafíos sociales y ambientales seguirán teniendo gran relevancia a la hora de insertar los proyectos en los territorios. Por ello, la industria de generación continuará desarrollando estándares de relacionamiento temprano con las comunidades cercanas a los proyectos y con especial énfasis en aquellos territorios habitados y/o pertenecientes a pueblos originarios.
Este 2022 será un año clave, con nuevas autoridades que deberán tomar definiciones en diversos ámbitos legislativos y reglamentarios, y contaremos con el resultado del proceso constituyente. En este escenario, Generadoras de Chile reafirma su compromiso por velar porque estos procesos atiendan la urgencia que nos plantea la crisis climática, propendan a la resiliencia del sistema eléctrico que nos permita asegurar el suministro para todos quienes habitan en nuestro país, continuar sosteniendo el impulso de inversión en energías renovables, en el cual Chile es un reconocido líder global, y persistir con nuestro compromiso de alcanzar la carbono neutralidad.
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