28/02/2023

El Estado debe facilitar el proceso de construir e instalar nuevas líneas de transmisión eléctrica

Esa sería la mejor alternativa para acelerar el desarrollo de esta infraestructura, que hoy condiciona el crecimiento energético del país.

[Fuente: El Mercurio]

Un complejo escenario se ha generado en Chile por el aumento de la oferta de generación de energías alternativas en comparación con la existencia de líneas de transmisión. El mayor problema es la demora entre la licitación y la puesta en operación, que puede implicar casi una década. Un ejemplo es la línea Kimal-Lo Aguirre, megaproyecto de 1.500 kilómetros que conectará Antofagasta con Santiago y que debería estar operativo hacia 2029.

'La construcción es solo la mitad de ese tiempo. Lo restante es el tiempo que demanda conseguir permisos, tanto de las reparticiones del Estado como de privados', dice Javier Tapia, director ejecutivo de Transmisoras de Chile. En comparación, una planta solar se construye a lo mucho en dos años. Obvio que se produce un cuello de botella', opina.

La mayor objeción a las líneas de transmisión es de tipo escénico. Comunidades y autoridades regionales son reacias a tener torres en sus territorios. Pero no hay alternativas viables. 'No hay tecnología de transmisión inalámbrica y tampoco la posibilidad de soterramiento. Son distancias muy grandes y saldría carísimo', explica Tapia.

De ahí que lo que queda es agilizar el proceso, considera Camilo Charme, gerente general de Generadoras de Chile. 'Hoy todo proyecto debe someterse al mismo procedimiento y es evaluado por un mismo equipo. Nuestra propuesta es que ciertas infraestructuras pudieran ser declaradas de interés nacional y que ellas tengan un procedimiento especial', señala. Charme propone crear un grupo de tarea especializado en analizar infraestructura de transmisión y generación eléctrica, que pueda manejar el tema con mayor propiedad y que, al mismo tiempo, vele por los bienes jurídicos ambientales y de las comunidades.

Para el exministro de Energía, Ricardo Raineri, es urgente que exista una instancia pública-privada que permita acelerar derechos y servidumbres de paso, 'lograr acuerdos para desarrollar las líneas a la mayor brevedad posible'.

Rainieri advierte que ya existe un tema de vertimiento de las plantas solares (es decir, cuando la energía producida sobrepasa la necesidad de consumo de la zona de origen y la capacidad de transporte de las líneas), lo cual genera un tremendo perjuicio a las inversiones y al desarrollo del sector.

Charme es categórico: 'Del mismo modo que el Estado condujo las negociaciones internacionales en favor de la descarbonización, también debería ser el que facilite que la infraestructura se realice. Debe acompañar los procesos de construcción e instalación, lo que implica explicar mejor a comunidades y autoridades locales la importancia del proyecto'.

Incluso con la habilitación de Kimal-Lo Aguirre el sistema se quedará corto, advierte Javier Tapia. 'Ayudará un montón, pero va a nacer vendido'. A su juicio, si se hiciera una mejor planificación se concluiría que 'necesitamos otra línea igual de grande para 2030 y hay que empezarla hoy'.

Rainieri cree que el país se ha ido quedando corto en sus proyecciones. 'Hay que anticiparse al largo plazo pensando en un sistema que sea flexible, que de alguna manera permita operar con una cantidad creciente de generación variable y al mismo tiempo pueda dar seguridad de suministro'.