Hacia un desarrollo sostenible, el único desarrollo posible

[Editorial] Luego de cinco años de definidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas, la ONU había establecido este año 2020 como “el inicio de un decenio de acción ambiciosa a fin de alcanzar los Objetivos para 2030” (Naciones Unidas, 2020).

Sin embargo, en los primeros meses del año y con la declaración de pandemia producto del Covid-19, el año 2020 se proyectó como el de la peor crisis económica en los últimos 100 años. El Banco Mundial estima que entre 70 y 100 millones de personas en el globo se sumirán en la extrema pobreza (ingresos equivalentes a USD 1,9 al día) y el crecimiento mundial se contraerá entre 5% y 8%.

Un gran golpe para la humanidad y especialmente para los más vulnerables. Lo anterior, sumado a la crisis climática, planteó en sus orígenes un escenario bastante adverso, en el que de a poco se comenzó a comprender que la clave estaba en la cooperación y la creación de alianzas, justamente uno de los ODS que la Agenda 2030 promueve.

Bajo esa inspiración, y con el fin de fomentar buenas prácticas para la mejor generación y uso de energía eléctrica en un contexto de transición energética, Generadoras de Chile llevó a cabo por tercer año consecutivo el concurso “Buenas prácticas para un futuro eléctrico más sostenible”, dirigido a sus empresas socias y a las comunidades en donde se insertan, con la participación de juntas de vecinos, autoridades locales, ONGs, entre otros actores.

Este año 2020 se presentaron 19 proyectos, los cuales por requisito debían haber surgido en un contexto de participación y diálogo con uno o más grupos de interés, contribuir a la consecución de los ODS, además de ser originales y replicables. En esta oportunidad se incluyó también una categoría especial denominada “Buenos Vecinos”, con el fin de distinguir la iniciativa que ayudara a dar solución a alguna de las necesidades surgidas durante la pandemia, esto asociado a un proceso participativo.

Recientemente se dieron a conocer los resultados entregados por el jurado, compuesto por destacadas personalidades del sector público y privado, que otorgó el primer lugar a la iniciativa “Buena energía para mejorar la calidad de vida de la caleta Los Burros Sur”, desarrollada por las empresas Latin America Power y EDF junto a distintos actores del territorio. En su conjunto, han llevado a cabo más de diez acciones tendientes a contribuir en el estándar de vida de los habitantes del sector, entre las que destacan la instalación de sistemas de generación de energía solar y el acceso a agua potable.

El segundo lugar fue para el proyecto “Apicultura Comunitaria: compartiendo la mejor energía de nuestros bosques”, desarrollado por Colbún, donde se aprovechan los atributos melíferos de sus bosques nativos y plantaciones para favorecer la apicultura comunitaria y, a la vez, el cuidado de los activos forestales. En tercer lugar quedó el programa “Fomentando alianzas: más y mejores proveedores locales para María Elena”, presentado por Cerro Dominador. La iniciativa busca que proveedores locales alcancen un estándar competitivo en las oportunidades generadas por los sectores minero y energético.

En tanto, en la categoría “Buenos Vecinos” se distinguió la iniciativa “Juntos nos hacemos más fuertes” de Pacific Hydro, llevada a cabo en las comunas de Ovalle y Machalí. Las acciones nacieron en respuesta a las necesidades planteadas por las comunidades a partir del diálogo y la coordinación con distintos actores y representantes de los territorios en relación a la pandemia Covid-19.

Todas las iniciativas presentadas se enmarcan en las estrategias de relacionamiento comunitario que se aplican en cada etapa de desarrollo de los proyectos de nuestras empresas socias. Estas estrategias, junto a la institucionalidad y los beneficios naturales del país, ha contribuido al desarrollo sostenible del sector en los últimos años.

Hoy, cuando nos encontramos empujando una reactivación sostenible y resiliente, el tener una mirada de triple impacto desde las empresas, que considere aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), además de económicos, se vuelve vital. Estamos en un punto de inflexión, en el que cómo hagamos las cosas ahora será determinante para un desarrollo sostenible del país en el largo plazo.

No es casualidad que cada vez son más quienes adhieren a esta visión, incorporando crecientemente también a los financistas, como fondos de inversión que han demostrado que compañías que reportan ámbitos ASG tienen iguales o mayores rentabilidades que quienes no lo hacen.

También son parte de una visión de desarrollo sostenible ámbitos como el respeto y una gestión activa de los derechos humanos en su relación con el actuar de las empresas, es decir, tener conciencia, un proceso de debida diligencia y planes de acción respecto a los impactos que el actuar de las organizaciones conlleva. Tratar materias como equidad de género, en aspectos relativos a la conciliación, brechas salariales y oportunidades de desarrollo, así como promover la innovación, entre otras, son temáticas que Generadoras de Chile y nuestras empresas socias, vienen impulsando desde hace años.

El llamado es a convocar a más actores y a construir en conjunto una agenda de recuperación sostenible en el contexto de la pandemia, que permita vincular las acciones que promuevan la creación urgente de empleo e inversión con la estrategia social, ambiental y climática hacia un desarrollo sostenible y carbono neutral. A generar un compromiso país, que involucre al sector público y privado, al que se comprometa desde los directorios a toda la organización, bajo el entendido que hablar de desarrollo sostenible es mejorar la calidad de vida de las personas y con ello, contribuir también a una mayor cohesión social, clave para un mejor futuro para todos.