Enel y debate constitucional: “Hay incertidumbre, pero estamos preparados para gestionarla”

El ejecutivo cuenta que avanzan en la reparación del edificio corporativo de Santa Rosa, incendiado el 18 de octubre, y estiman que a inicios de mayo el 100% de los trabajadores estará de regreso en las oficinas. Reafirma la confianza del grupo italiano en Chile y enfatiza en la importancia del proyecto que busca que las Fuerzas Armadas resguarden la infraestructura crítica del país.

[Fuente: El Mercurio]

La imagen del edificio corporativo de Enel en llamas, la noche del viernes 18 de octubre, se transformó en uno de los emblemas de la violencia del estallido social. A cinco meses de ocurrido, el grupo eléctrico italiano avanza en la reconstrucción de su centro de operaciones ubicado en Santa Rosa, pleno centro de la capital. 'En este momento todos los pisos están perfectamente funcionando, menos el 14, el más dañado por el fuego. Los centros estratégicos, como la sala de despacho y control de distribución, generación, y el área de negocios, están plenamente operativos', cuenta Paolo Pallotti, gerente general de Enel Chile. Precisa que debido a que aún no está habilitada la escalera exterior de emergencia, por ahora tienen limitado el número de personas que pueden permanecer en el edificio cada día. 'Tenemos 400 personas en el edificio corporativo, de un total aproximado de 1.600 personas. El resto está distribuido en los edificios que tenemos en los alrededores', comenta.

Relata que el plan de la compañía considera finalizar todos los trabajos en abril, para volver a su ocupación normal a inicios de mayo. 'Estructuralmente, el edificio no tiene problemas. Lo que hemos hecho es un refuerzo de la reja exterior, que ahora está más alta. Y también hemos reforzado los primeros pisos, donde tenemos los centros estratégicos, porque hemos recibido piedras u objetos. Está todo arreglado con mejores condiciones', agrega.

—¿A qué atribuye que la compañía haya sido blanco de ese tipo de violencia?

'El edificio está situado en un área que históricamente es la ruta principal de protesta. No fue algo dirigido contra la empresa, fue un incidente provocado por una protesta muy masiva que se tornó violenta'.

—Este es un año complejo. ¿Temen que vuelva a ocurrir?

'El grupo Enel tiene una mirada de largo plazo en Chile y vemos que tiene todas las condiciones para seguir un proceso que va a confirmar lo que son los fundamentos de este país. Chile tiene la capacidad y los recursos para salir de esta situación y seguir creciendo de la manera que los chilenos decidan, porque este es un recorrido donde los chilenos tienen que expresarse. Hemos apostado por el país aumentando las inversiones, no a 10 o 15 años, sino en un plan de tres años, 2020, 2021 y 2022, y lo mantenemos. No vamos a modificar ni retrasar ese plan, que considera invertir US$ 2.500 millones en proyectos de energía limpia, electromovilidad, digitalización, eficiencia de la infraestructura y calidad de servicio'.

—¿Cómo ve el debate constitucional que enfrenta Chile? ¿Le genera incertidumbre?

'Será un período que tomará tiempo, no es una cosa que se solucione mañana. Claro que hay incertidumbre, pero nosotros estamos preparados para gestionarla a nivel de personas, de activos y de servicios. Un ejemplo es lo que pasó entre octubre y noviembre, ninguna interrupción de servicio, ningún corte de luz, ningún black out de plantas. El servicio fue impecable'.

—Hoy se discute en el Congreso el proyecto que busca que las Fuerzas Armadas puedan resguardar la infraestructura crítica, como las centrales eléctricas, las subestaciones. ¿Es clave ese proyecto?

'Es muy importante, fundamental para la seguridad del servicio, no del interés de la empresa. Obviamente la empresa no puede poner sus recursos para una defensa contra los ciudadanos, es un mecanismo que necesita asegurar el Estado (...) Se necesita tener conciencia de la importancia de poner algunas reglas en defensa de lo que son los activos críticos energéticos y no energéticos del país. Nosotros tenemos seguridad, una defensa pasiva, pero no es su objetivo enfrentar una situación de protesta'.

>>"El transporte de la energía es fundamental. Vemos necesario tener una mirada más ágil, más eficaz y eficiente en transmisión, de cooperación entre autoridades, comunidades y empresas (...). Se necesita adoptar medidas, porque estamos atrasados'.

>>"Hemos apostado por el país aumentando las inversiones, no a 10 o 15 años, sino en un plan de tres años (...) y lo mantenemos. No vamos a modificar ni retrasar ese plan, que considera invertir US$ 2.500 millones'.

>>Nueva ley eléctrica, déficit en transmisión, impacto de la sequía y coronavirus

—El Gobierno ingresará la reforma a la ley de distribución eléctrica, que busca mejorar la calidad de servicio y abrir espacios de competencia en la comercialización de electricidad. ¿Cuáles deberían ser los ejes de esa modificación?

'Importante es que no se hagan los cambios de prisa; definamos las reglas del juego sin romper el equilibrio, sin crear disfunción. Importante también es que al definir las reglas haya claridad sobre el efecto en la competencia, en la calidad del servicio. No es solo la boleta barata'.

—¿Qué cambios necesita la empresa modelo para que refleje mejor las inversiones de las compañías?

'Hay espacio para implementar algunas modificaciones a la regulación, de manera que la empresa modelo refleje mejor las inversiones de la empresa real. Por ejemplo, la empresa modelo no considera la red real, sino que la diseña desde cero cada cuatro años. Esto conlleva el riesgo de que las empresas hagan inversiones sin saber cómo o cuánto de estas inversiones se va a remunerar la próxima vez que se fijen las tarifas. Asimismo, por el lado de los costos de operación, la empresa modelo no reconoce adecuadamente los costos que tiene que enfrentar la distribuidora producto de un evento climático extraordinario'.

—La tendencia es que el mercado regulado se irá reduciendo, en contraposición al mercado de clientes libres. ¿Cómo impactará eso a Enel? ¿Ven peligro en las inversiones de nuevos proyectos asociados a las licitaciones?

'Nosotros no hacemos proyectos asociados a las licitaciones. Estamos preparados, tenemos una matriz donde el 66% de nuestra producción es libre de emisiones y es competitiva. Nuestro portafolio tiene elementos fundamentales para los grandes clientes: es barata, estable en el tiempo y ayuda a que los clientes, desde el punto de vista de la sostenibilidad, tengan respaldo de energía limpia. Eso nos da una fortaleza muy fuerte en el mercado'.

—En noviembre comenzó a regir la ley que congela las cuentas de la luz, fijando un fondo de US$ 1.350 millones, que se estimó funcionará hasta julio de 2023. A raíz del alza del dólar, la CNE anticipó que el fondo duraría hasta mediados de 2021. ¿Estarían dispuestos a sentarse a conversar nuevamente con la autoridad y revisar esa fórmula?

'Esperamos que no sea necesario. Es una contribución de todas las empresas y esperamos que funcione con las reglas que tenemos. Las empresas hemos tenido una negociación muy franca y transparente con el Ministerio de Energía, en un momento bastante crítico, para salir de una situación de crisis. El impacto global para Enel en 2019, si miramos el monto global sobre crédito, fue de US$ 133millones'.

—Más del 50% de la capacidad instalada de Enel en Chile es de origen hidroeléctrico. ¿Cómo les está afectando la sequía?

'Nos está afectando; los primeros dos meses del año no fueron buenos. Nosotros tenemos 3.500 MW hidroinstalados, pero mirando la matriz en el conjunto, tenemos una flexibilidad que nos permite compensar el efecto, porque tenemos proyectos renovables por 1.200 MW, entre eólico y solar, y además un parque térmico, donde tenemos gas competitivo'.

—¿Qué temas críticos ven en el sector?

'Un punto donde trabajar es la infraestructura, fundamental para promover el desarrollo de las energías renovables y la descarbonización. Hoy el desarrollo fuerte de las renovables está en el norte, porque los recursos están allá, el sol en particular. Y las áreas de consumo, fuera de las grandes mineras, están en el centro. Por lo tanto, el transporte de la energía es fundamental (...). Vemos necesario tener una mirada más ágil, más eficaz y eficiente en transmisión, de cooperación entre autoridades, comunidades y empresas (...). Se necesita adoptar medidas, estamos atrasados'.

—Según el cronograma acordado con el Gobierno, la carbonera Bocamina I cesará sus funciones en diciembre de 2023. ¿Podrían adelantar su cierre?

'En Bocamina I estamos mirando su posición en el mercado, el impacto que tiene, cómo encaja dentro de nuestra estrategia; acordamos cerrarla a más tardar en 2023 y puede ser que la cerremos antes. Para Bocamina II, que tiene la tecnología más moderna, acordamos cerrarla a más tardar en 2040 y, seguramente, lo vamos a hacer antes. Es un análisis que estamos haciendo'.

—¿Cómo les afecta el coronavirus?

'Restringimos todos los viajes internacionales que no comprometieran la continuidad operacional de nuestros servicios y también redujimos al mínimo los vuelos nacionales. También comenzamos a someter a cuarentena a todas las personas que regresaban de vacaciones desde países afectados, además de los que hubiesen viajado por razones laborales. En la última semana aplicamos un control sanitario para el acceso de todas las visitas, proveedores y contratistas con los que interactuamos. Hicimos un levantamiento de todas las funciones no críticas para la operación de manera de implementar en la mayor proporción posible el trabajo remoto. A partir del lunes el trabajo remoto se aplicará en distinta proporción; en el caso de las áreas de staff llegará casi al 100% de las personas'.