editorial
14/01/2019

COP25: Una oportunidad para descarbonizar nuestra economía

[EDITORIAL] El anuncio de que la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) se llevará a cabo en nuestro país representa una oportunidad para posicionar a Chile como un referente climático. 

COP25: Una oportunidad para descarbonizar nuestra economía

Como condición necesaria más no suficiente para lograr esto, el país debe embarcarse en un proceso de diálogo profundo y permanente para una descarbonización efectiva, entendida como el desplazamiento del consumo de combustibles fósiles en todo ámbito de nuestra economía, de forma tal de generar consensos, establecer definiciones y aunar esfuerzos con una visión de largo plazo. Este proceso debiera permitirnos responder adecuadamente las tres preguntas que propone el Diálogo de Tanaloa (1): ¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde queremos ir? y ¿Cómo llegamos allí?

Con este fin, la construcción de una Estrategia de Desarrollo Baja en Emisiones y Resiliente al Clima para Chile, basada en estas tres preguntas, permitiría delinear la Hoja de Ruta de descarbonización que el país requiere, acercando y alineando a los actores nacionales, además de apoyar la articulación de iniciativas como la Ley de Cambio Climático, la actualización de nuestra Contribución Determinada a Nivel Nacional, y las políticas e instrumentos sectoriales sobre Cambio Climático.

¿Dónde estamos? Para responder a esta pregunta es fundamental el recientemente publicado Tercer Informe Bienal de Actualización sobre Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente. Dicho reporte identifica los principales emisores de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del país al 2016, donde destaca el sector energía con una participación cercana al 80% en razón de la quema de combustibles fósiles de subsectores como generación eléctrica, transporte, industria, minería y residencial. Cabe mencionar que aun cuando el subsector de generación eléctrica es responsable de cerca del 30% de las emisiones de GEI del país, evidencia una acelerada dinámica de descarbonización gracias a la creciente penetración de energías renovables. A este respecto, un estudio de la Asociación de Generadoras de Chile proyecta que al 2030 la generación renovable podría representar cerca del 75% de la generación eléctrica nacional. Más aún, los primeros días de enero de 2019 se realizó la última sesión de la mesa cuyo objetivo fue analizar los efectos del retiro o reconversión de unidades a carbón, apuntando al establecimiento de un cronograma y condiciones para el cese programado y gradual de la operación de centrales a carbón, en el marco de un acuerdo de carácter voluntario entre las empresas que operan estas unidades y el Gobierno de Chile.

En consecuencia, el subsector de generación eléctrica muestra compromisos y avances concretos en materia de descarbonización, lo que se traduce en que este subsector es el único que estaría en línea con las metas de largo plazo del Acuerdo de París. No obstante, no se observa la misma tendencia en otros subsectores como transporte o industria.

¿Hacia dónde queremos ir? Responder esta pregunta significa decidir si efectivamente como país nos alinearemos a las metas de mitigación de GEI de largo plazo que establece el Acuerdo de París, el que pretende limitar el aumento de la temperatura promedio del planeta a 2°C (idealmente 1,5°C) al 2100 respecto de los niveles preindustriales, esto independientemente de que nuestro aporte a las emisiones globales de GEI sea menor. Lo anterior, en la práctica,
significa definir cuándo alcanzaremos nuestro peak de emisiones y cuándo seremos un país carbono neutral en términos netos.

Según los últimos informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático la carbono neutralidad debiera alcanzarse cerca de mediados de este siglo. A este respecto, cabe recordar que el compromiso establecido actualmente en nuestra Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) en materia de mitigación de GEI ha sido calificado como “altamente insuficiente” según análisis independientes. Esto significa que si todos los países tuvieran nuestro nivel de ambición el planeta aumentaría su temperatura promedio entre 3° y 4°C al 2100 respecto de los niveles preindustriales. Más aún, la Contribución Determinada a Nivel Nacional es un compromiso de mediano plazo (2030). En consecuencia, en caso de acordar como país un alineamiento con las metas del Acuerdo de París, será necesario aumentar la ambición de nuestra Contribución Determinada a Nivel Nacional en coherencia con este acuerdo, con una visión de largo plazo (p. ej. al 2050).

¿Cómo llegamos allí? Encontrar la respuesta a esta pregunta significa diseñar e implementar instrumentos que nos permitan sustituir nuestro actual nivel de consumo de combustibles fósiles, que como se mencionó anteriormente, representan el 80% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del país. Este será un desafío no menor en vista de que este tipo de energéticos representan cerca del 70% de nuestro consumo primario.

Es aquí donde aparece una gran oportunidad para la descarbonización de nuestra matriz energética de nuestra economía a partir de la electrificación y la transición hacia generación renovable en la generación eléctrica. A modo de ejemplo, estudios europeos (2) proyectan que para cumplir con las metas de descarbonización de la Unión Europea al 2050, se requiere triplicar la participación de la electricidad desde un 20% a un 60% del consumo energético final. Esto debe ir acompañado de una fuerte penetración de energías renovables en la matriz de generación eléctrica, medidas de eficiencia energética y el uso de energéticos bajos en emisiones como el hidrógeno.

En definitiva, para convertirnos en un referente climático debemos ser capaces de contestar las preguntas clave del Diálogo de Tanaloa en coherencia con una Estrategia de Desarrollo Baja en Emisiones y Resiliente al Clima de largo plazo que sea capaz de profundizar la descarbonización del sector de generación eléctrica y expandir esta dinámica a otros subsectores energéticos. Para este nuevo desafío de lograr una exitosa COP25 como Generadoras de Chile estamos disponibles y dispuestos para apoyar los esfuerzos necesarios para hacer de esta conferencia en Chile un gran encuentro.

(1) El Diálogo de Talanoa corresponde a una iniciativa de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático cuyo propósito es proveer una plataforma de facilitación entre las Partes para hacer un balance de los esfuerzos colectivos en relación con el progreso hacia el objetivo de largo plazo del Acuerdo de París. Talanoa es una palabra tradicional usada en Fiji y en todo el Pacífico para reflejar un proceso de diálogo inclusivo, participativo y transparente.
(2) https://www.eurelectric.org/decarbonisation-pathways/

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